jueves, 25 de agosto de 2011

Realismo mágico

 
Algo muy grave va a suceder en este pueblo – Gabriel García Márquez

Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:

-No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo.

Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice:

-Te apuesto un peso a que no la haces.

Todos se ríen. Él se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Contesta:

-Es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo.

Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá o una nieta o en fin, cualquier pariente. Feliz con su peso, dice:

-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.

-¿Y por qué es un tonto?

-Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.

Entonces le dice su madre:

-No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.

La pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero:

-Véndame una libra de carne -y en el momento que se la están cortando, agrega-: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado.

El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:

-Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas.

Entonces la vieja responde:

-Tengo varios hijos, mire, mejor deme cuatro libras.

Se lleva las cuatro libras; y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo, en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor como siempre. Alguien dice:

-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?

-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!

(Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.)

-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.

-Pero a las dos de la tarde es cuando hay más calor.

-Sí, pero no tanto calor como ahora.

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:

-Hay un pajarito en la plaza.

Y viene todo el mundo, espantado, a ver el pajarito.

-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.

-Sí, pero nunca a esta hora.

Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.

-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.

Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que dicen:

-Si éste se atreve, pues nosotros también nos vamos.

Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.

Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:

-Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa -y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.

Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:


-Yo dije que algo muy grave iba a pasar, y me dijeron que estaba loca.

sábado, 30 de julio de 2011

Citas de ensayos

"De la misma manera que creía increíble poder estar en contacto con personas todo el tiempo sin importar la distancia, creo terriblemente morbosa la idea de que toda la vida de una persona sea expuesta de manera tan pública y virtual" (A. Issidoro)

"Creo que las emociones y motivaciones son una parte muy importante del fútbol en el mundo, quizás mucho más de lo que la gente advierte" (D. Mema)

"Es necesario encontrar un equilibrio entre la comunicación y el día a día con tus padres... escucharlos y pensar lo que dicen, antes de cerrarnos y pensar lo más fácil" (F. Laguzzi)

"Los padres tienen que evitar los sermones, las interrupciones, las amenazas, el mentir, las críticas, los sarcasmos, o simplemente el hecho de vivir del pasado" (A. Tessio)

"En un mundo donde todo es cambiante y efímero, es muy común asustarse con los avances, ya que nos dan la sensación de nostalgia hacia lo anterior. Sin embargo, la posibilidad que nos brindan dichos avances es enorme y muy útil" (L. Estofán)

"La juventud de hoy no ve la política como una posibilidad de cambio, sino como algo corrupto, mentiroso, soberbio, de lo cual no quiere informarse" (J. López Marziale)

"A la hora de hablar de vicios, nadie está salvado de caer algún día en ellos" (M. Pereyra Franco)

"El agradecimiento a nuestros padres por habernos dado la vida es algo primordial" (M. S. García)

"A través de juegos on-line he llegado a conocer 3 chicas de EE.UU., 1 de Canadá, 1 de Brasil, 1 de Holanda, además de unos cuantos flirteos" (M. Tracz)

"No tengo certeza alguna de que Dios exista, pero sí de que la máxima expresión terrenal de la divinidad es el aliento y la palabra de un padre" (J. Floreano)

martes, 14 de junio de 2011

El último viernes - Juan Carlos Onetti (discusión)

El último viernes, de Juan Carlos Onetti, nos presente en breves y certeros trazos, un típico personaje existencialista. Carner, tal el nombre del personaje, parece haber roto sus vínculos con el resto de la sociedad. Se mantiene al margen, sin ambición ni esperanza, pero cuando es interrogado surge en él una única convicción: no ocultar sus verdaderos sentimientos.
La relación entre Carner y el comisario Miller no puede ser más pobre: Miller usa a Carner para satisfacer su ego y Carner recibe a cambio una limosna. Pero cuando éste parece querer decirle a Miller lo que piensa y siente, éste simplemente lo ignora. Es lógico, no puede comprenderlo. Carner le dice que es un extraño a la sociedad en que vive; marginado, se arrastra por los suburbios de la vida privada, solitaria, sensual. Pero no es un ser a la deriva, al contrario, es alguien que pretende ser fiel a una sola cosa: no mentir, y específicamente no mentir sobre sus sentimientos, que probablemente son lo único sagrado para él. El comisario sólo presta atención a las evidencias circunstanciales que lo incriminan como proxeneta y jamás lo juzga como persona. Carner está aislado, pero ese aislamiento es el paso inicial que debe recorrer alguien que pretende desalienarse. La alienación, según el existencialismo, es inevitable, sólo la toma de conciencia de esta situación nos llevará al interminable camino de la desalienación, que es el equivalente al Nirvana budista, un estado deseable pero inalcanzable. Esa conciencia de Carner es lo que le induce a decir que es "feliz"; es feliz porque ya no le miente a nadie, sólo busca ser él mismo.

domingo, 1 de mayo de 2011

Una guerra, una piedra, un secreto

Fue un eterno luchar entre esos loros parlantes y nosotros. Aunque queríamos rendirnos a tan horrible enfrentamiento, nuestro líder nos dio fuerzas para seguir en busca de la tan anhelada piedra preciosa.
Desafortunadamente, uno de ellos tiró nuestro tesoro por la rejilla, lo que nos planteó a llevar una operación de rescate. Bajamos por un pequeño caño que nos condujo hacia una familia de loros parlantes que habitaba en varios departamentos desde hacía varios años. De casualidad, ninguno de sus miembros vio pasar nuestra piedra por allí; nos lo demostraron sus rostros.
Con el equipamento creamos máscaras para pasar inadvertidos y después atamos nuestras sogas con nudos para llegar a nuestro objetivo. Subiendo hacia la superficie, nos topamos con un gigante. Lamentablemente, era justo uno de los pocos que se encontraba aliado a los loros. En un parpadear de ojos logró quitarnos la piedra, lo que nos llevó a perseguirlo por todo el reino. Atravesamos montañas, valles y el río más importante hasta toparnos con nuestros alumnos de arquería. Los mismos nos ayudaron a recuperar el tesoro matando al enorme enemigo. Cuando al fin tuve la piedra en mis manos, la abrí sin saber que el poder secreto me absorbería el alma.-
 
Editó: el profe
Tesio-Estofán-Roca 

Pesadillas de la venganza



Casimiro es un joven de 25 años, estudiante de derecho, que se vio obligado a luchar para defender a un amigo, porque un horrible mono radiactivo lo estaba atacando. Durante la pelea, el mono lo empujó y él cayó al piso de arriba de una rejilla que dio la casualidad que tenía un lado levantado. Éste le produjo un corte tan grande que tuvo que ser llevado a una operación de urgencia en la cual se descubrió que tenía en su abdomen un caño de 30 cm de largo. Después de una larga discusión entre los médicos y la familia, decidieron extirparlo. Pero había algo que ellos no sabían: ese caño era parte de su cuerpo, como si fuera un órgano más. Esta cirugía era tan costosa que los padres tuvieron que vender varios departamentos que habían heredado apenas tres años atrás.
Por esas cosas de la vida, dio la casualidad que se le hizo un nudo a la máscara de oxígeno que Casimiro tenía para poder respirar, causándole la muerte.
La familia, triste por la pérdida, decidió cremarlo y arrojar sus cenizas a la superficie del río Escavio, donde él pasaba la mayoría de sus tardes. Todos siguieron con sus vidas, hasta que meses después, una serie de eventos sobrenaturales ocurrieron en un hospital. Se rumoreó entre los alumnos de medicina que cumplían pasantías en el hospital, que el alma de Casimiro vagaba por los pasillos buscando el causante de su muerte; el ruido de un caño golpeando las paredes anticipaba su aparición nocturna, llenando de pánico a médicos y pacientes.

Autores: García - López - Pereyra - Pintos
Editor: el profe.

sábado, 30 de abril de 2011

Exterminio de alumnos

 
Arístides entró en su ropero dispuesto a luchar contra las polillas que habitaban en él. Su horrible cara de pañal descompuesto era suficiente para acabar con ellas y el pueblo entero.
En la parte superior del armario había una rejilla oxidada, con la que Arístides intentó exterminar las mariposas ciegas. Sin querer se golpeó la cabeza con un caño y salió para asegurarse de que su familia no estaba percatada de la operación llevada a cabo allí adentro. Vio por la ventana que los departamentos de al lado, abandonados hace años, estaban llenos de vapor, y las paredes se desmoronaban cual la caspa de su cabello. No creyó que fuera casualidad, y quiso investigar por qué era. Entró nuevamente en el ropero, esta vez con una máscara y una soga con un nudo en el medio y exploró la superficie para descubrir el nido de polillas. Por el costado del armario vio que muchas de ellas se dirigían al río como alumnos que siguen a la maestra en fila india, y de repente la puerta se abrió, sus párpados también lo hicieron; Arístides despertó con la rejilla de sombrero.
 
Autores: Floreano & Cía
Editor: El profe

Mala sangre

El 14 de mayo de 1957, en México D.F. se enfrentaban en el Estadio Azteca dos de los mejores luchadores del país, dispuestos a luchar por el título mundial de la triple A. Esta horrible contienda se iba a desarrollar frente a 15 mil personas. Al aparecer el presentador de la pelea, anunció:
-Señoras y señores, bienvenidos a la decimonovena lucha libre de América, presentando en el rincón rojo, con un peso de 105 kilogramos y una altura de 1,95 m a Johnny "Rejilla" García y en el rincón azul, con un peso de 112 kilogramos y una altura de 2,02 m a Darwin "Doctor Operación" Márquez.
Ambos luchadores aparecen en el escenario mostrando sus brazos duros como un caño y saludando a su familia allí presente. El ring era grande como dos departamentos; creo que no se iban a encontrar en años vagando sobre el ring y sólo de casualidad se iban a ver las caras.
Los dos participantes ingresaron al ring con sus máscaras, ajustaron los nudos de las zapatillas y asegurándose en la superficie de lona, se dispusieron a pelear.
De inmediato Márquez le pegó a García, provocándole un río de sangre. Los alumnos de lucha libre de García ingresaron al ring intentando frenar la hemorragia; sobre el ring había tres litros de sangre, toda derramada por García; creo que a esa altura hasta su alma se había derramado por el ring. Márquez patinó en la sangre de su contrincante y se golpeó la cabeza, haciendo que la sangre fluya por todo el ring y provocando que ambos ríos de sangre, confluyan en un gran charco rojo donde se terminaron ahogando ambos.
Trax - Manchado
Editor: el profesor